Son las bromas de la vida,
Aquellas, que los ángeles disfrutan en secreto,
Cuando los demonios se entretienen con tu corazón.
El silencio del aburrimiento
Grita desde tus entrañas,
Que la soledad es una escort sumisa disfrazada,
Cariñosa bajo el sol y altanera entre las sombras,
Mientras que tu voz se ahoga
Entre lágrimas y una canción.
Son las bromas de la vida,
Que traman esos ángeles amargados,
Asexuales envidiosos.
Esa voz sin sentido,
Que no lastima y no te humilla,
Te devuelve de regreso al camino
A sufrir los errores del destino.
Son las bromas de la vida,
Primero, vuelas sin alas, pobres ángeles endemoniados,
Y al final, te arrastras de dolor, pobre demonio desangelado.
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