De repente, el recuerdo de un ayer perforó en su sien, y se apoderó de su presente, se veía así mismo de espaldas, trabajando sobre su restirador, dibujando, completamente dedicado a lo suyo, y en el ambiente retumbando una canción que no le era indiferente, de repente, el escenario cambió, se vio en el suelo, con una sonrisa en su rostro, refrescándose con sus labios, entregando el corazón, y de fondo una canción que lo seguía transportando hacia muchos lados, excepto en donde estaba antes del disparo, de repente, vio sus manos sobre el volante, y los verdes campos frente a él, y un ángel blanco jugueteaba a sus espaldas, mientras tanto, ella estaba a su lado, explicándole un atajo que poco a poco aprendería, y llenando los espacios vacíos del viejo automóvil, la misma vieja canción, nuevamente, se vio frente a una vitrina de tienda de discos, ahí estaba ella otra vez, reflejada ante ti, admirando tu cara de niño frente al vitral de una pastelería, saboreando lo prometido, una lluvia de estrellas en tu mano, una ilusión brillaba en tus ojos, pero tu los mirabas en los ojos de ella, se subieron al carro y te viste, a mordidas devorando el envolvente del presente, inundando de recuerdos y vivencias el mar que era tu vida, sonaba una y otra vez en sus cabezas aquella vieja canción, sin darte cuenta, apareciste frente al computador escribiendo estas líneas con la cabeza sumida en viejos recuerdos, y tus oídos, tus oídos estaban muertos, derretidos, como tu corazón.
The Wallflowers - One Headlight
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