sábado, 31 de enero de 2009

La Delgada Línea Roja entre los Recuerdos y el Olvido

Guardan silencio las voces del recuerdo,
Enlutadas palabras que se postran ante el presente,
Murmurando oraciones al olvido que, por la noche, ha perecido,
Ofrendan imágenes a su desquiciada existencia, pasajera de la mente.

Si el corazón es la cerradura que mantiene clausurada la razón,
La llave es el presente y, al acecho, los recuerdos,
Distan mucho de ser, por siempre, eternos,
Convirtiéndose en, sin percatarse, olvido.

Se establece el orden, la cronología y la historia continúa,
Imágenes que giran a contrarreloj, cristales rotos en los ojos,
Guardan silencio y, temerosas, derraman lágrimas de alivio,
Las voces del recuerdo suplican no perecer en el olvido.

Lily Allen - The Fear

martes, 27 de enero de 2009

Me Encontré


Me encontré, hacía mucho que me buscaba,
Sin encontrarme, seguía buscándome,
Sin percatarme si quiera que,
Me buscaba en los lugares menos indicados.

Deambulé en el tiempo, sin percatarme de ello,
Desperdicié sentimientos, me robé pensamientos,
Ofrecí caras mis esperanzas por encontrarme,
Y me empeñe en jamás ubicarme.

Deambulé en el espacio, sin definir mis abcisas,
Carecí de dimensiones, me expandí sin llegar al límite,
Y nunca me ubiqué fuera de mí, me busqué dentro del mar,
Y me empeñé en nunca dejar de ahogarme.

Me encontré, cuando desistí en la búsqueda,
Cuando no esperaba encontrarme, me ubicaste,
Deambulaba entre sueños ajenos, dibujaba sonrisas en otros labios,
Cuando voltee la mirada, me encontré dentro de tus párpados.

Najwa Nimri - Following Dolphins

sábado, 24 de enero de 2009

Bipolaridad Momentánea

Hay ocasiones en las que me siento como un vaso medio lleno de agua, en que lloro y sonrío al mismo tiempo, no, no soy bipolar, pero siento la ausencia de algo que tengo muy presente en mi vida. Como si esos días fuesen grises, pero con un rayo de sol saliendo de entre las nubes que se abultan encima de mi. Siento como si una parte de mi ser estuviese perdida en algún lugar, perdida más nunca extraviada, como una presencia tangible, que se encuentra en mi búsqueda. Me siento como si estuviese de pronto detenido a mitad de un sendero predestinado, y de repente, sintiese unas profundas ganas de salir corriendo sin rumbo fijo, solamente salir corriendo, pero algo me mantiene fijo, me amarra los pies y no permite que den un paso en falso, me abre los ojos y me describe el camino que debo andar, sin mirar hacía atrás, mueve de repente mis pies en el camino correcto, y me espera al final, o quizás en algún punto en lo más alto de una cúspide o en la salida de una curva muy pronunciada.

En ocasiones, mi mundo se oscurece y mi cuerpo vibra de ansiedad, desesperado, busco el interruptor que accione de inmediato la luz de la tranquilidad, pero existe una fuerza en mi interior, que me tranquiliza, que me llena de calor y confianza, y hace que mi vista se adecue a la obscuridad, hace latir decididamente a mi corazón, y termina por alejar el miedo que provoca sentirme en un lugar inhóspito. De repente, siento que tus palabras me devuelven la idea que sentí desvanecida en medio de tantas hipótesis, tus palabras sabias y llenas de tanta razón, pero, esas palabras no provienen de algún lugar con lógica, provienen de un lugar mucho más primitivo, instintos, sentimientos e incluso podría decir que se alejan del cerebro y salen a la superficie por medio de tu alma, que detiene entre sus manos a tu corazón. Nuevamente, mi mente me conduce por senderos de tristeza, que producen equimosis en mi corazón, pero existe una cura para mi desesperación, y es la calma que me brinda el brillo que destella de tu mirada, que, aunque lejana, es visible por los ojos de mi corazón, que escose mis heridas y las cierra imperceptiblemente. Hay ocasiones en las que simplemente, te extraño.

The Shore

La música comenzó, y las luces se apagaron para darle paso a la noche y su manto estelar. La pista brillaba por la blancura de la arena iluminada por la blanca luna, que desde el cielo estrellado marcaba con esplendor la escena, a orillas del mar. La música era suave, sin voces, un piano por aquí, una flauta por allá, las guitarras y toda la sección de cuerdas se les unían sin titubear. El sonido de la brisa del mar, queda y taciturna, cambiaba su humor al entonarse los sonidos del saxofón, la trompeta y la sección completa de vientos que, animadas, alegraba el corazón del mar. Todo aquél jolgorio se encuadraba en marco perfecto, ideal boceto de una pintura llena de colores en la infinidad de la noche llena de luz.

Las estrellas, intermitentemente, brillaban y se apagaban, y se volvían a prender, haciendo un círculo gozoso de magia y fantasía, en una noche en la que solamente faltaban dos. El oleaje manso, poco a poco, entonaba un coro enigmático e hipnotizante, contaba una historia de amor cada vez que rompía en la orilla, murmuraba versos ininteligibles casi imperceptibles a unos oídos de una persona normal. Recitaba la historia que estaba próxima a desencadenarse, debajo del haz de luz que se proyectaba del ojo del cielo, su luna, su reflector.

Trazando líneas en la arena, un par de siluetas dibujaban su andar. Atraídos por la enigmática tonada que desde el fondo del mar entonaban las sirenas, que desde las ramas de las palmeras murmuraban el recital, que desde el cielo las gaviotas perdidas en la oscuridad graznaban con voz de ángeles, por la luz que desde el infinito y estrellado manto estelar ululaban las estrellas y reafirmaba, en la superficie de la cama de arena, el brillo encantador de la luna. La brisa agitaba en el aire los cabellos largos de una silueta, abrazando con descaro el contorno de su par, que, cadenciosamente comenzaban a entablar una conversación gesticular. El par de brazos largos, delgados y delicados, comenzaban la comunicación, abrazando suavemente el cuello grueso de la silueta robusta. Los brazos fuertes y decididos, recorrían la delgada cintura de la sombra fina. Desde la lejanía de la vista lunar, las siluetas se fundieron instantáneamente en una sola sombra que, bañada por la luz blanca del cielo, bailaban sobre la arena sin parar.

Era tan mágica la melodía de la playa, y tan vibrante el baile que acontecía en la arena que, el mar celoso y lleno de envidia, fue creciendo la intensidad del azote del oleaje que rompía sin cesar, su deseo por consumir aquella roja e intensa pasión que, hipnotizada por la luz y la música de aquella noche de luna, acontecía a orillas del mar. El mar rebosó su caudal, inundó la arena y arrastró, con todas sus fuerzas, hacía su oscura profundidad, a aquellas siluetas que, consumidas a su entrega total, sucumbieron por la intensidad de la embestida.

Aquellas sombras continúan su baile, en las profundidades del celoso mar, flotando como una sola entidad, amándose sin cesar, vagando por el vasto espacio acuático, acompañados por los cantos de las sirenas, bañados por el reflejo de la luz de la luna, embelesados por su pasión. El mar, derrotado por su acción, sucumbirá toda la eternidad a ser la sábana, a ser la cama, a ser el cuarto, donde, eternamente, aquellas siluetas no se separarán nunca más. Y así, el baile que alguna vez comenzó en aquella tranquila y solitaria orilla, continuará eternamente debajo de aquél espejo del cielo, rodeada pero sin atrapar, por las aguas turbias y celosas del mar.

Los Concorde - Love is a Bitch

viernes, 23 de enero de 2009

Todavía Estas en Mi

Todavía siento los besos que nos dimos,
Tus labios suaves y delgados,
Envuelven y abrazan los míos,
Carnosos e hinchados.

Todavía disfruto las caricias que tanto gozamos,
Mis manos grandes y varoniles,
Rozan con ternura y lentitud tu piel,
Cálida, suave y tersa.

Todavía escucho las palabras que nos dijimos,
Tus palabras amorosas y prometedoras,
Penetran en mis oídos y se mezclan con mis pensamientos,
Mientras mi voz, convierte el intercambio verbal, en sentimientos.

Todavía están vivas las sonrisas que nos robamos,
El brillo de tus dientes blancos,
Iluminan mi rostro que revive en la oscuridad,
Resaltando los rasgos de una tímida sonrisa en mis labios.

Todavía retumban los latidos que aceleramos,
Nuestros corazones exaltados,
Marcan el ritmo acompasado de nuestros bailes,
Cadenciosos, íntimos y excitantes.

Todavía me excitan los gemidos que arrancamos de nuestras bocas,
Un conjunto de gritos muertos entre nuestros labios pegados,
Expresando sin palabras, lo que nuestros cuerpos empapados,
Gritan entre cada movimiento, escondidos bajo las sábanas.

Todavía me estremecen los escalofríos que disfrutamos,
Productos del calor generado por nuestros cuerpos,
La energía consumida tras los embistes armoniosos,
De dos cuerpos que, intensamente, se consumen entregados.

Todavía nos calientan los abrazos que nos protegieron,
Mis brazos rodeando tu cintura desnuda,
Recorriendo tu espalda hasta afianzar tu postura,
Tu cuerpo acomodándose en mi regazo.

Todavía arrullan las canciones que cantamos bajo la luna,
Hermosas melodías entonadas entre murmullos sigilosos,
Recitando poesía exclusiva para un momento tan hermoso,
Delirando mis palabras perdidas por la majestuosidad de tu belleza.

Todavía están arrugadas, las ropas que cayeron al piso,
Cuando nos desnudamos, y mezclamos los estados,
Convirtiendo lo sólido en algo etéreo, y lo etéreo en líquido,
Fundiendo las sábanas, nuestros cuerpos y nuestro amor.

lunes, 19 de enero de 2009

El Pasado No Tiene Rostro

Para los que no tienen memoria


Disfrázame de reliquias y hazme patrimonio,
Que todo lo antiguo es perfecto sin miramientos,
El pasado no tiene pecado, mucho menos credo,
Todo lo que fue, no será lo que quisiéramos que fuese,
Será lo que los libros ameritan, se disfrazará de antología.

El pasado es un rostro sin cicatrices,
En un mundo anestesiado del pasado las heridas no sangran,
Duele el recuerdo, lastima el cerebro remontar lo sufrido,
El pasado es una puta olvidada en la esquina del presente, sin futuro,
Será unas letras sin sentido, unas fotografías sin enfoque, una voz sin sonido.

Shuarma - El Niño Que Fui Ayer

domingo, 18 de enero de 2009

Oda al Sueño (Volar Soñando ó Soñar Viviendo)

Soñar no cuesta nada,
Es un afán por no dejar morir el deseo,
Darle vida al entusiasmo de tener una razón para seguir,
Nunca dejar caer los brazos, imponerse a las adversidades,
Soñar es algo mágico que inunda el espacio,
Que envuelve el ímpetu y lo convierte en entusiasmo,
Unas alas, un vuelo sin itinerario, de sur a este, de norte a oeste,
Volar sin rumbo fijo, en un espacio sin dimensiones,
Un mundo dentro de nuestro mundo, sin puertas ni ventanas,
El sueño, es el conductor de la energía vital de la raza humana,
¡Qué indigno es el vivir en pesadillas!,

Soñar no cuesta nada, y gastamos vidas completas por aplastar los ajenos,
Vivir en la envidia de sueños de otros subconscientes, es una pesadilla,
Volar alto como los pájaros entre las nubes,
Traspasar, intempestivamente, el firmamento como estrella fugaz,
Ser un león en la sabana y un pingüino en el ártico, cada poro donde debe estar,
Así soy en mis sueños, en un punto en el firmamento que se refleja en el mar,
Sueño con un ojo abierto aferrado a la realidad y el otro sumido en el onirismo lejano,
Permitiendo ser envuelto por las manos del señor de esos fantásticos reinos,
Vuela mi mente, vuela mi esencia por los campos azules y los verdes cielos,
El tiempo no es más que un segundo espacio dentro de una caja de juegos,
¡Qué afable es volar mientras duermo!

Johnny Cash - Hurt

sábado, 17 de enero de 2009

Detrás de tu Sonrisa


Detrás de tu sonrisa, donde nace la luz y muere la nostalgia,
Encontrando mis sentimientos de soslayo, superficiales,
Imágenes difusas, envueltas en un halo luminiscente, divagando,
Me sumerjo dentro de tus labios, el tesoro en su interior es dental,
Su sonido, su cuerpo, su significado, todo lo que hallo parece planeado.

Detrás de esa sonrisa plateada, cualquier pesadilla perece en la realidad,
Descubriendo mis pensamientos enfrascados en tu saliva,
Delirios confusos de amor y locura, disueltos en un mar de polen y cenizas,
Me adentro en tu boca, entre tu lengua y tu paladar,
Robándote el gusto, mezclándome entre mil sabores.

Detrás de tu sonrisa, donde me diluyo entre tu saliva,
Y me encuentro en tu voz, tus estrepitosos gimoteos ensordecen mi silencio,
Me hago niebla, me aspiras como humo, me degustas con placer,
Como el agua que, al sentirse prisionera, encuentra un orificio y continúa su camino,
Entro en ti, convertido en un sueño, enamorado desvalido, inválido sostenido.

Darkwater - The Play II

miércoles, 14 de enero de 2009

Uno a Uno

Uno a uno, recojo los restos del naufragio,
La sabiduría no es un proceso innato,
Me desgarro las sienes armando el rompecabezas de mi vida,
La madurez no llega con una cartilla de mayoría de edad.

Calaveras y Monte Cristos, elaborando planes de venganza,
Cegados por un deseo, incontenible derramamiento de lágrimas.


Uno a uno, voy rescatando cada uno de mis besos regalados,
La felicidad no se logra sin haber sufrido,
Me vacío las venas expulsando los demonios que poseyeron mis latidos,
El amor no llega disfrazado de querubín.

Cenizas y estrellas, cunas polvorientas de vidas fugaces,
Cristalización de enigmas, insostenible mente sin recuerdos.

Uno a uno, voy repasando los instantes de mi vida,
Los errores son maestros y los éxitos sinodales,
Me desentiendo de las doctrinas absorbidas, y los ideales recetados,
La espiritualidad no llega de arriba hacía adentro, sino todo lo contrario.

Cruzados y Jesucristos, muriendo en vano por ideales de ceguera,
Crucificados en el desierto, inconsolable verdad en un charco de mentiras.


Uno a uno, voy sumando años y restando miedos,
La indiferencia no es una acción predeterminada,
Me distraigo fácilmente multiplicando sueños y fraccionando sentimientos,
La idiotez es una cualidad de los que padecen de insomnio.

Guilty Pleassures! Vol. 1

Christina Aguilera - Keeps Getting Better

Hillary Duff - Reach Out

lunes, 12 de enero de 2009

Algún Día

Ya sabré quién soy
Cuando me aleje de quién fui,
Cuando el pasado se convierta en un cómo
Y deje de ser un porqué.

Sabré la ruta que me trajo a donde estoy
Y continuaré hacia un nuevo camino.

viernes, 9 de enero de 2009

Sleepwalker's Dream

Duerme tranquila mi niña,
Ahoga tus gritos en la profundidad de tus sueños,
Sumergiendo tus penas en aguas calmas y caminando por playas sin erosionar,
Descalza tus pies, libérate del yugo de la realidad, siente la arena entre tus dedos,
Siente la piel, de tu cuerpo desnudo, brillar radiantemente con la luz lunar,
Desintegra tu cuerpo, mézclate en el remolino de mil ideas de tu subconsciente.

Duerme tranquila mi niña,
Que ahí dentro estarás sana y a salvo, en resguardo de tus sueños,
Cierra tus ojos, libera tu espíritu y transporta la esencia hacia el más allá,
Susurrando sentimientos a los oídos de Morfeo, derramando lágrimas hacia sus adentros,
Siente tu cuerpo liviano, flotar, olvídate de tinieblas y abre los ojos en la oscuridad,
Encuentra la luz al final de tus sueños, mezcla la fantasía con la realidad.

Duerme tranquila mi niña,
Que los sueños son para olvidar, descansar y volver a la realidad,
Empapada de ganas, aliviada del dolor, encarnada en un nuevo caparazón,
Duerme tranquila mi niña,
Que los sueños son para empezar, darle la vuelta al mal tiempo y liberar la razón,
Sumérgete de nuevo en el aire, desplaza tu cuerpo sobre el fuego y vuela en el mar.

Delain - Frozen

miércoles, 7 de enero de 2009

Las Profundidades del Ser

La oscuridad cubría todo lo que sus ojos podían divisar. Pero no era una oscuridad cerrada completamente, tal vez no brillaban las hojas de los árboles como si los haces de luz chocaran contundentemente contra ellas, pero si podía apreciarlas detalladamente. El olor a humedad impregnaba el aire, sus ropas empapadas por el sereno que bajaban de las copas de los árboles, de repente, lo sofocaron, forzándolo a detener su andar. Cubrió con una mirada todo aquello que lo rodeaba, se giró 360º sobre su propio eje y la imagen que llegó a su cerebro, fue la misma, la tierra lodosa brillaba por la saturación, toda la vegetación lucía un color ocre verduzco. No se podía apreciar fauna alguna, sin embargo, retumbaban en sus oídos el trinar de los pájaros, el croar de las ranas, el ulular de los búhos, el graznido de cuervos, el grillar de los grillos, todo aquello era un concierto que desorientaba aún más a los sentidos.


Se sintió perdido, completamente desorientado. El sudor manaba de sus poros, aumentando la sensación de ahogo. Su cuerpo se encontró invadido por pequeños insectos, que le reptaban las piernas, le zumbaban los oídos, se estrellaban en sus ojos, se le metían por los orificios de su nariz; desesperado, desubicado, punzado y carcomido, corrió despavorido, internándose cada vez más en aquél bosque oscuro, cerrado. Con la mirada desorientada a causa del pánico, volteaba al frente, regresaba la mirada hacia atrás, izquierda y derecha y… ¡zas! Cayó derribado por una rama gruesa que sobresalía de un frondoso árbol.


Incorporándose con la espalda lodosa, con el cabello empapado, y el orgullo destrozado, se encontró en un nuevo agujero. Oscuro, tenebrosamente oscuro, que nacía en las raíces de aquél árbol que momentos antes había detenido su desesperado andar. Harto del bosque, se internó en aquél sendero empedrado. Caminó en la oscuridad, palpando las paredes rocosas, sirviéndose de su instinto para continuar, la cueva lo devoró en sus adentros. Bajo sus pisadas, se escuchaba el crujir de ramas secas, de piedras frágiles y uno que otro insecto de cascarón. Sus latidos resonaban en la profundidad de aquél viejo sendero cubierto por grandes bloques de piedra, no podía divisar ni siquiera su propia nariz, paseaba sus manos por enfrente de sus ojos y no las pudo apreciar, su mirada no se había acostumbrado a tanta oscuridad. Su cuerpo sintió frío, sintió correr a través de las paredes rocosas, pequeñas corrientes de agua, sus pies chapotearon un par de charcos que de repente se formaron en su recorrido, la fría humedad de las profundidades hacían mella en él otra vez.


Se sintió temeroso, completamente atemorizado. El frío le impedía respirar con tranquilidad, sentía cómo, de repente, de su boca y nariz manaban fuertes y espesas corrientes de humo, su cuerpo comenzó a congelarse, su corazón retumbaba en su caja torácica, la sangre se le subía a la cabeza, no podía pensar. Avanzó sin detenerse, aún si saber por dónde y sobre qué posaba sus pisadas, prefería mantenerse en movimiento en aquella terrible soledad: oscuridad y un gélido silencio. De repente, sin percatarse de nada, tropezó y comenzó a descender rápidamente. La rapidez de su caída y el choque de su cabeza con la dura pared de piedra lo desmayo.


No supo el tiempo ni la distancia que estuvo en picada, él despertó y sintió su cuerpo desmayado encima de un suelo frío y húmedo, sin embargo, a diferencia del piso anterior, en la lejanía apreció una luz en el horizonte, incorporándose sobre sus piernas, todo débil y preocupado, reanudo su andar, con más ganas que con fuerzas, emprendió su camino hacía aquella luz de esperanza que había al final de ese viejo túnel. Caminó más precavido, se apegó a las paredes, lentamente caminaba apoyando secamente un pie tras otro pie hasta cerciorarse que pisaba sobre seguro. Ahí abajo, el clima volvió a ser diferente, esta vez su cuerpo sudaba, sintió que las suelas de sus botas se le calentaban incontrolablemente, no podía mantenerse mucho tiempo estático. El sudor ya la emanaba de los pliegues de su roída piel, se sentía a cada paso más débil, podía mirar más de cerca aquella brillante luz que lo motivaba a seguir decidido. Sus pasos resonaban en la profundidad de aquella gruta, su respiración y sus gemidos sustituyeron a los sonidos que lo desesperaron arriba, en el bosque; maldecía haberse separado del camino soleado y fácil, sentía que no iba a poder llegar hacía aquella luminosidad que le flanqueaba la dirección de sus pasos. A lo lejos, escuchó caer agua, cantidades enormes de agua produciendo un escándalo en sus tímpanos, sintió más fresco el piso sobre el cual se movía y se detuvo unos instantes, cada vez más cerca estaba la salida, se volteó sobre sus hombros para intentar divisar o imaginarse el recorrido efectuado, se recostó sobre el suelo húmedo y cerró sus ojos, y descansó.


Se sintió en paz, completamente descansado. Abrió los ojos y se descubrió bañado de luz, empapado de agua, respirando la frescura de un campo primaveral, divisó la belleza del panorama, enjugó sus parpados con sus manos, se había acostumbrado a la oscuridad. Se detuvo unos instantes en el umbral de la montaña, recorrió con su mirada la grandeza de l descubierto, una lágrima recorrió sus mejillas, lanzó un suspiro perdido al aire, aspiro un par de bocanadas de libertad. E ingresó en la profundidad de la oscuridad para no salir nunca más.

martes, 6 de enero de 2009

A Todas Esas Gentes Que...


A todas esas gentes que no soportan que un hombre exprese sus sentimientos de la manera más directa, los saludo, con la frente en alto y la mirada directa, con el dedo anular en lo alto señalando el lugar a donde van los idiotas, los hipócritas y los débiles de mente.

A todas esas gentes que no aceptan que un hombre sufra abiertamente, lo que la gente cursi denomina “amor”, aquello que denomino “inspiración”, a ellos, los ignoro y les doy la vuelta, los paso por encima sin preocuparme por su bienestar. Algún día ellos también sufrirán.

A todas esas gentes que no aguantan las verdades del alma, y las confunden con las mentiras del cerebro y las igualan con las nimiedades del corazón, las invito a acompañarme, a deleitarnos con la continuidad de los segundos en este mundo de pensamientos y sentimientos en contra de deidades e ideales.

*Imágen de José Quintero

lunes, 5 de enero de 2009

Disimulando Eternidades...Emulando Amores


Simulando todo aquello mágico que,
Entre sombras y silencios,
Disimulan tus ojos por detrás de tus párpados,
Entre sueños y realidades,
Aquellos simulacros que, en tu mente, se transforman nuestros diálogos,
Entre verdades y fantasías,
Al final de la noche, emularemos las palabras y procesos simultáneos que,
Entre besos y caricias,
Desde tu imaginación, la disimilitud entre el amor y el odio,
Entre el amor y el odio,
Será la disminución de tu ritmo cardiaco,
Entre la vida y la muerte…asumiremos en un orgasmo.

Fall Out Boy - I Don't Care

domingo, 4 de enero de 2009

Un Sorbo

Un sorbo pausado de ese líquido bizarro
Que confunde mis sentidos y engrandece mi ser,
Enaltece la espiritualidad y nulifica la estupidez.

Un sorbo de ese líquido y una bocanada de ese aroma,
Renuevan los contornos de un sueño olvidado,
Un sueño mutilado, un sueño que no quiso ser.

Nada de Mí, Solamente Yo


Hoy, el descanso dominical, es etílico,
Nada de recuerdos, solamente risas,
Entre los rumores, los sinsabores saben amargos,
Nada de nostalgia, solamente un canto,
Lamento ser parte del pasado, viviendo en el futuro,
Nada de palabras, solamente llanto.

Hoy, el viaje más placentero, se antoja la muerte,
Nada de canciones, solamente música,
Expulsados los honorables, los desvergonzados rigen,
Nada de pretextos, solamente hechos,
Espectador anticipado, y un final inesperado,
Nada de aplausos, solamente críticas.

Hoy, el valle luce más desgastado por el viento, es efímero,
Nada de pasiones, solamente emociones,
Entre rosas y alcatraces, las vaginas son tulipanes,
Nada de colores, solamente en blanco y negro,
Lamento ser parte de algo sin significado, siendo alguien tan detallado,
Nada de malos tragos, solamente…resaca.

Detrás del Mostrador

Era sólo cuestión de tiempo, para doblar la esquina, y tener frente a mí la visión que tanto deseaba. La tenía frente a mí, a través del umbral de la puerta trasera de la tienda familiar, justo detrás del mostrador, ahí me esperaba sin esperarme. Ya se estaba anocheciendo el cielo, el crepúsculo estaba próximo, ella contaba con mi presencia en el callejón. Volteó sin titubear, de reojo me divisó, sonrió. Al acercarme, note en su vestimenta que estaba esperándome, unas mallas entalladas color naranja, una blusa delgada blanca, su figura quedaba marcada en su ropa, ella lo sabía y yo lo deseaba. Éramos parientes, lejanos, pero parientes al fin y al cabo, mi tía, prima de mi padre, estaba sentada en el umbral del negocio, a punto de marcharse, me vio llegar por la puerta de atrás, nos saludamos. No era nada raro verme por ahí, era su principal comprador de golosinas y refrescos embotellados, a esa hora siempre llegaba a pasar el rato, haciéndoles compañía.

Cuando el sol se ocultaba, mi tía se despedía y nos dejaba solos. Siempre discretos, siempre enamorados. Al fin quedados solos, me iba detrás del mostrador, a platicar más de cerca, a llenarla de besos en la mejilla, a acariciarla, a abrazarla. Su cuerpo deseaba el roce del mío, éramos tan sólo dos infantes precoces, dos amantes inocentes. Mis manos rozaban sus brazos, mi respiración hacía eco en sus oídos, mis brazos rozaban sus senos excitados, sus muslos excitaban mi sexo virginal. Así nos pasábamos las noches, siempre y cuando no llegarán clientes, yo siempre detrás de ella, ella siempre le dio valor a mis vacaciones. A veces, yo deseaba con todas mis fuerzas cerrar la tienda en cuanto se iba mi tía, pero en esa ocasión, sus mallas entalladas color naranja, aumentaron mis deseos, los besos inocentes, pasaron a otro estado. Sus labios por primera vez se conectaron con los míos, mis manos acariciaron sus muslos anaranjados, su lengua hacía malabares en mi boca, su cuerpo deseaba pertenecer al mío, la pasión nos arrinconó entre las latas de verduras y el refrigerador de los productos lácteos, el parentesco se fue al carajo, nuestras miradas ya no tenían miedo, y nos dejamos llevar. Con la tienda aún abierta, con la gente pasando por la acera, con la adrenalina al tope porque algún familiar entrase, mi respiración fue la misma que la de ella.

Entregados por completo al deseo carnal, con la ropa puesta y la tienda abierta, a lo lejos unos ojos nos observaban. Las vacaciones estaban próximas a terminarse, y las caricias no llegaron a ninguna parte. Éramos dos amantes precoces, ella era mayor que yo. Nadie nos dijo nada, simplemente nos separamos, su respiración era inestable, mi corazón estaba próximo a reventarse. Nos dijimos adiós como todos los años anteriores, pasó un año para volver a esas tierras lejanas de mi cotidianeidad. Al momento de llegar, mis pies salieron corriendo del vehículo, mi corazón ya estaba dando vueltas a la manzana, mi mirada quedó estupefacta, era mi tía la que estaba por detrás del mostrador. Mi apetito se fue por los suelos, salió arrastrándose en dirección de mis sueños. La habían mandado lejos, eran de su abuelo los ojos que nos miraban esa noche a lo lejos. Nos separaron muchos años, ella se hizo mujer, yo tarde unos años más en convertirme en todo un hombre. Nunca dejé de pensar en ella, ella simplemente se olvidó de mí. Regresó de vacaciones una temporada, con un bebé en brazos y otro en proceso de gestación, un marido y un recuerdo olvidado. Nos dijimos “hola”, y ya no vi en sus ojos ese amor que muchas noches nos unió inocentemente detrás del mostrador. Ahí dijimos “adiós” sin decir ninguna palabra. Yo seguí mi camino, ella se alejó del mismo.

Aún cierro los ojos y siento sus muslos rozando mi entrepierna, sus mallas entalladas color naranja, su blusa blanca casi transparente, sus labios besando los míos, su calor envolver mi frío. Aún le digo “adiós” cuando paso por donde estaba la tienda, aún le pido a mi corazón que me lleve detrás del mostrador, aún quisiera cerrar la tienda…y perder la cabeza por su amor.

Aquél Viejo Jardín


Supongo, que aquél viejo jardín,
Reseco y olvidado, nunca volverá a ser para ti,
Lo que alguna vez fue, la razón por la cual fue plantado,
Será un mar de enredaderas y espinas, una marca cobre en tu paisaje,
Descuidado por la ignorancia, desangelado por el olvido,
Fue cayendo sobre él, cada madrugada, el veneno del rocío,
Los pétalos de las hermosas flores sirvieron de estiércol
A las malas hierbas que acabaron con su divino semblante de antaño,
Dura vida, la vida de un pedazo de tierra, dura la vida,
Sin agua, sin cariño, sin flores y tirado al olvido,
Supongo, que aquél viejo jardín,
Encerrado entre cuatro paredes frías, clausurado con frías cadenas,
Nunca más será, de la flor cuna y del perfume botella,
Lo que alguna vez fue, pureza y belleza, nunca más volverás a ser,
De su mantenimiento, la encargada, de sembrar y regar,
De purificar y cosechar, dejarás en el olvido ese colorido y perfumado jardín,
Supongo, que aquél viejo jardín,
Reseco y olvidado, nunca más, de tus manos,
Volverá a sentir, la vida, naciendo y floreciendo en él,
Lo que alguna vez fue un colorido jardín,
Hoy, tan sólo es, un triste espacio en la ciudad de tus sueños.

2009: La Odisea del Viaje


El viaje es la vida y la vida se me va en viajar. Soy un trotamundo, un volador sin soga atada a mis tobillos, sin un destino fijo, evitando siempre caminar sobre los mismos pasos aún cuando me encuentre en el mismo sendero. Miro hacia el frente perdiéndome en el horizonte, soñando. Miro hacia la derecha con la prontitud y la facilidad pasándome sin darme pausas para calcular el movimiento de lo que ocurre, fijo mi mirada y diviso un nuevo horizonte, un nuevo cuadro sin plasmar en algún lienzo. Miro hacia la izquierda, diviso a lo lejos a los conductores de mi infancia, cuando mi andar fue guiado, y conducido previamente planificado, los evado con la mirada, busco la puesta de sol, busco el horizonte por encima del espejo del agua, por detrás de las verdes montañas, a través de los cultivos, por debajo del cielo raso. Miro hacia atrás, y el horizonte se extiende lentamente hacia el olvido.