Solamente podré saber si sigo vivo,
Cuando tus manos acaricien mi piel reseca,
Tus labios humedezcan mis labios cicatrizados,
Cuando tu calor reviva mi raquítica flacidez,
E inundemos el valle de nuestros vientres.
Solamente lograré evitar mi propia muerte,
Cuando tu respiración sea la mía bajo las sábanas,
Tus senos nutran la esperanza y sacien mi sed,
Cuando tu mirada me invite a explotar,
Y renunciemos a la vida eterna, mientras dure un orgasmo.
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