lunes, 4 de agosto de 2008

I'm Back in my Cradle...Near to Hell


31 grados de temperatura, la humedad en un punto sofocante y la piel comienza a arder, tengo la boca seca y el aliento con olor a camello, con el ventilador en punto muerto en dirección hacia mi espalda en su máximo de capacidad, soplando un aire cálido casi mareador, provocador instantáneo del sueño vespertino muy típico del habitante campechano de este y de todos los tiempos…la de ayer fue una muy agradable bienvenida, pese al retraso del vuelo, llegué con los ánimos muy prendidos y cómo no, si llego y mi hermanita me comenta que mi señora madre me estaba esperando con unas suculentas tortas ahogadas (…una de mis múltiples perdiciones!) acompañadas con un poco de frijol puerco (receta de mi abuelita materna) que esta para chuparse los dedos, y si a eso le aumentamos las cervecitas bien muertas el recibimiento quedó en su punto sublime…un surtido rico de cervezas claras y oscuras, producto básico de la Corona: unas León, unas Montejo, unas Pacífico y unas Modelo Light para rematar con el típico “Chimpancé” (Appleton State con pura agua mineral y unas gotas de Cola) que no puede faltar para subir a mi cuarto y roncar a gusto con el clima a todo lo que puede dar…lo contradictorio de mis supuestas vacaciones, comenzó esta mañana, cuando después de circular por toda la ciudad en busca de algo entrañable que desayunar (la ganadora fue una torta de pierna y jamón claveteado que satisfizo a mi paladar y me dejó de muy buen humor) me presenté en las oficinas de gobierno donde he trabajado por mas de 4 años antes de irme a estudiar a Puebla y en la cual siempre me tengo que reportar, y hoy precisamente y a diferencia de muchas otras ocasiones estuve bastante ocupado, cosa que extraño a muchos de mis compañeros que hasta me vacilaron todo el día, ya solamente pude escaparme a fumar un cigarrito al estacionamiento y a ponerme al corriente con los chismes de oficina que nunca faltan y cuanto divierte al personal…estoy recién salido de la oficina, encerrado en mi cuarto y con la espalda sudorosa, esperando a ver qué me depara está noche en las calles campechanas, pero eso sí, una buena aplanada de calle en el malecón esa sí es 100% segura…Estoy muy tranquilo, recargando baterías y deseando que por primera vez en su existencia, caiga un poco de nieve sobre la ciudad jeje…se me antoja una cerveza bien helada!

1 comentario:

Rose dijo...

ojala y te la pases de pelos eh nombre!! ya quisiera yo poder relajarme asi tssss metropolis quien fuera tu. je je je saluds rose