domingo, 17 de agosto de 2008

Domingo de Lluvia

Es de noche y las gotas de lluvia chocan en mi ventana, los carros salpican peatones en las calles, charcos parecidos a lagunas reflejan las luces de la noche, los perros intervienen entre coros que desentonan la sinfonía del viento que azota las ramas de los árboles y proyecta el frío de la noche a través de la ventana…la cortina de agua distorsiona las imágenes del exterior, los niños brincan divertidos charcos sucios, los sapos huyen desbocados a guardarse por debajo de las piedras, los grillos permanecen en silencio, y la luna brilla por su ausencia, hoy no es una noche con estrellas, hoy el cielo es púrpura con tonos de tinieblas…las paredes brillan por los relámpagos que caen salvajemente al vacío o a la multitud de viviendas, azotando en zigzag los gases de la atmósfera y retumbando los cristales con el eco del trueno que descarga con furia la intensidad de su estruendosa llamarada…las sirenas ululan por las calles, sirenas de patrullas y ambulancias, el caos reina la turbiedad de la atmósfera, los cláxones vibran en el aire, las olas impulsadas de los cráteres del pavimento por los vehículos que veloces surcan las calles con destino desconocido para los oídos expectantes en la oscuridad de un cuarto de 2 x 2 con ventana a la calle transitada y con paredes hacia los contornos de un espacio reservado…los cristales se empañan desde adentro, las gotas en el suelo no provienen de las nubes, la corriente hace horas que se ha extraviado, un poste se ha caído a lo lejos, y el encierro ha provocado la revuelta, es la lucha cuerpo a cuerpo de dos sombras que se aman, gritan, gimen, arañan, pero no se hablan, ¿para qué? Si las palabras son monosílabos sin sentido didáctico pero con mucho sentimiento desbocado…vibran las ventanas empujadas por las ondas de la tormenta, vibran las copas de licor barato provocadas por la incesante batalla que acontece en la alcoba, entre gotas que se azotan entre las ventanas y las gotas que expulsan las intimidades, el perfume emana, la celebración ha terminado, la tormenta sigue, los peatones siguen empapados, los perros celebran a la luna extraviada, las sirenas continúan su ulular, mientras tanto, dos cuerpos se disfrutan abrazados por debajo de las suaves sábanas empapadas de pasión.

H.I.M. - Wicked Game


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