Caer, rodar, volar, girar,
El cuerpo se fragmentaba, manchándose con tinta de pulpo,
Detenidamente, contemplaba la locura impregnada en su piel,
La multitud gritaba al unísono: ¡La eternidad no dura más que un instante!
Mientras se desdibujaba la imagen imaginativa de la figuración.
Caer, disimulando la sobredosis,
Rodar, sumergiéndose en lágrimas turbias,
Volar, internándose en las profundidades de su mente,
Girar, viviendo en un caleidoscopio demente.
Caer, rodar, volar, girar,
El péndulo giraba, dejando de oscilar mientras su alma se desvanecía,
Ahogada en las profundidades del mar caspio, desprovista de libertad,
Ignoraba el pago del peaje, zigzagueaba entre meandros y recovecos
Que ocultaban su rastro incoherente en el mar.
Y había un Dios que se escondía e ignoraba la situación,
Caía en cuenta que la rueda de la fortuna no paraba de girar, volando hacía la eternidad,
Y a su vez, existía su contraparte, expuesta y enterada del descontrol,
Signos inequívocos del cuerpo que desciende al vacío inminente.
Caer, imaginando dioses,
Rodar, completando ciclos,
Volar, fantaseando con volver al cielo,
Girar, en la tornamesa del destino, infinito peregrinar.
2 comentarios:
:) completando ciclos más que nada.
Me encanta.
Un besote Juanca!!
Escribir lo que tu ser expone
Vivir a lo quel destino impone
Existir en este mar de letras mientras y que en ellas todos sueñen.
Como siempre muy bien metropolis creo que en los pocos años que te conozco puedo decir que cada escrito tuyo me sorprende porque siempre deja ese buen sabor en la boca de amantes de letras como yo. En fin como es un placer leerte y compartir tus sueños como siempre sigue escribiendo, viviendo y existiendo. Saluditos
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