Entre espejos y espejismos avanzaba, tímida y pausadamente, las imágenes que reflejaban y, aparentaban simular sus pensamientos, se remolinaban frente a sus narices, dando forma a un sueño en el tiempo infinito de un respiro. Se daba cuenta de que, su imaginación era eterna, que sus palabras se las llevaba el viento y las devoraba el diablo, que sus sentimientos eran recetarios que, pasarían de mano en mano por toda la extensión de su árbol genealógico; que él no era para sí mismo como lo era para su espejismo. Ante el espejo, él encontraba el reflejo de lo mortal que formaba parte de él, ordinario y común, una imagen que con el paso del tiempo se iba marchitando y con ella, se difuminaba el brillo en sus ojos, carentes de vida y expresión. Ante el espejismo, él se encontraba inversamente proporcional a su reflexión habitual, dentro de ésta ilusión óptica él, llenaba los espacios en blanco que el espejo era incapaz de rellenar por su cuenta, él era mortal y eterno, dividía su existencia entre la senda de lo real y lo imaginario. Al darse cuenta de ello, se volvió al espejo empañado de su cuarto de baño, la imagen opaca que antes reflejaba de él, súbitamente revelaba una nueva evidencia contundente de sus pesquisas, su imagen se volvió transparente, traslúcida sensación de dejar de pertenecer al mundo de egos y sensibilidades superfluas…y desapareció de sí.
3 comentarios:
En ocasiones es reconfortante "desaparecer de sí". La imaginación es poderosa.
Saludos!
Todos nos hemos perdido en el espejismo de la vida. Alguna vez hemos llegado a ver un Oasis en medio del árido desierto del destino, queremos saciar nuestra sed con sus aguas frescas para aal final darnos cuenta que se trata de una vana ilusión. Saludos.
“Buenas Noches, Buena Suerte”
Pero a veces no es una fantasía... tal vez es un sueño.
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