Las palabras sobran, un segundo en la inmensidad es suficiente,
No importan las abreviaturas, las sinopsis del secreto no vuelcan detalles,
Sereno ante la imagen comprometedora del tesoro, la comparecencia está por comenzar
El evento principal recibe su primera llamada, se descorcha el fluido del sentir.
Grítame desde el cielo, que mi alma escuchará el susurro de tu esencia,
Respirar dentro de tus pulmones, distraer el alucine de despertar a tu costado,
A un paso de descubrir el secreto que esconde tu cuerpo, atrapado en una canción,
Embrutecido por el aroma del perfume que se apodera de tu cuerpo.
Enfrente de ti, las miradas son acertijos con poca dificultad de resolución,
Amedrentan las incoherencias que el nerviosismo no disimula,
Los colores marcan la sobredosis necesaria para satisfacer mi necesidad de ti,
Siempre encontraré, en la inmensidad de tu mirada, la llave exacta para descifrarte,
Las caricias nunca saldrán sobrando, un segundo en ti, resume la eternidad de un instante,
Un instante inmenso, en el espacio que abarca el secreto que, esconde tu latir,
El tuyo es, un latido que intermitentemente descifra las ondas que liberan la energía en mí,
Enfrente de ti, descifraremos el secreto que esconde tu ser, que se mantiene alejado de mí.
No confundamos el placer del ser con el placer de ser,
Las pesquisas radican en la hipótesis de querer por placer y no por sentir,
La incógnita que temes revelar, se precipita en un descuido de tu corazón,
Abres las cancelas de tus entrañas, dejando penetrar la certeza de mi percepción.
Brámame desde lo más profundo de tu ser, que mi alma volcará los obstáculos de la mente,
Inhalar el perfume de tu cuerpo, solazar el delirio de despabilarse en tu interior,
A un paso de exteriorizar el misterio que disimula tu organismo, apresado en una melodía,
Insensible por la fragancia del bálsamo que usurpa tu cuerpo.
Enfrente de ti, encerrado en tu iris, los enigmas se revelan con simplicidad,
Un santiamén infinito, en la extensión que comprende el sigilo que, oculta tu palpitar,
Mi búsqueda de ti, en un latido, en un suspiro, en un parpadeo, en una omisión de tu endeble,
Se manifestó ante mí, cuando tu mirada se blandeció en un embiste de mi corazón.
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