miércoles, 24 de septiembre de 2008

Viviendo entre Letras...Leyendo entre Sueños


No sé ustedes, pero cuando termino de leer un libro siento una sensación muy extraña dentro de mí, una sensación momentánea, cuya duración va desde que llego al último punto del libro terminado y termina cuando estoy frente al título de uno nuevo…una sensación de abandono, de tristeza (más no de aquella que te hace llorar o sentirte mal), siento como si el mundo que se ha creado en mi cabeza a lo largo de las páginas que arman cada nueva aventura se derrumbara, se extinguiera, se apagara…no digo con lo anterior que me olvide por completo de lo que acabo de leer, sino al contrario, ese mundo sigue existiendo, no precisamente en la parte más consciente de mi sistema neurológico sino muy en lo profundo de mi subconsciente…dicha sensación no me impide buscar alguna nueva aventura por vivir, sino al contrario, es gracias a esa sensación que desde hace unos cuantos años, el placer de la lectura nació en mí y cada día aumenta en mi interior…doy gracias a mis padres por haber dejado de insistirme en tomar un libro y comenzar a leer, fue una motivación personal el tomar un libro y devorarlo, agradezco a todos y cada uno de los autores (hombres y mujeres) que me han dejado viajar a través de los mundos salidos de su imaginación, quizás es por ello que sólo me gusta leer novelas (y libros técnicos de mi carrera), para perderme por unos instantes de la realidad, soy un soñador y me enorgullezco de serlo, más sin embargo, no soy un soñador aferrado, vivo y disfruto la realidad, pero me pierdo en la fantasía, en los dramas, en los acertijos…esa sensación va a durar en mi vida, pues con ella ha nacido una nueva vida dentro de la vida misma que respiro día con día, esa sensación de creación, de presentación, de clímax y de desenlace, que gira y gira al mismo ritmo que gira el mundo sobre su propio eje y sobre el sol…vivo en dos mundos, el palpable y el imaginario, y cuando estoy en uno me hago más fuerte en el otro, cuando vuelo a través de las letras me concentro más en los latidos que retumban en el mundo de las personas de carne y hueso, mientras hayan historias por vivir habrán historias por soñar, y ahí estaré para vivirlas y soñarlas.

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