La palabra se dislexicó cuando se mezcló con la voz,
Mientras tanto, el corazón brotó de un resplandor,
Y acabamos destruyendo toda idea que no hablara de amor,
Se detuvo a mirar todo aquello que dejó de sentir, y enmudeció.
Me descubrí sermón en la pila de bautizo de lo cotidiano,
Me resistí a pertenecer a un clero que no soporta lo espontáneo,
Me decidí a opinar, aún sabiendo que no lo había pensado,
Me encontré sobre el altar, crucificado.
Somos piedras que no dejan de rodar,
El continuo sujeto a esfuerzos de incomprensión,
El "Big Bang" que explotó tras la borrasca,
Fieles a un dios con síndrome de falta de atención.
Me encontré entre las líneas desconectadas de la razón,
Me reflejé en la silueta del orador:
"Hay vidas que se salvan con el más humilde sentimiento",
Me descubrí siendo Hostia de Consagración bañada en Ron.
2 comentarios:
Wow!, realmente tus letras este día sí me calarón muy dentro, será que me identifique con ellas?, ó quizá es que comienzas a auto-esculpirte y perfilarte como un escritor de realidades espontáneas,como el amor!
Excelente aportación Metrópolis,refrendo mi admiración hacia tu talento tan especial, por no permitirte ser uno más de lo mismo. Un Beso T♥Q
Hay quienes no sabemos hablar de otra cosa que no sea amor (desamor) otra manera de salvarse, de no dejar de sentir...
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