Inevitablemente, el destino es ineludible,
Dejar correr el tiempo, calmar los sentimientos,
Sin llegar a olvidar;
Me sumergiría en los océanos de tus ojos, una vez más,
Podríamos detener el tiempo en un orgasmo, incitaríamos a las hadas,
Respirar tu aliento, saborear tus anhelos, e inundar mis sueños de ti.
Posa tu mirada en mí y, desliza tus labios dibujando esa sonrisa perspicaz,
Quiero perder la cabeza a través de mis labios, ponerte mal,
Ilusionando alucinaciones, y aprisionándome en tus muslos,
Volveré a soñar, a devorar tus sonrisas, acariciar más allá de tu sombra,
Palpitar y retornar a la vida, poseer tus miradas y perderme en tu pasión,
Despertar y perderme en ti, sumergiéndonos en el destello del alba.
En un mar de recuerdos, encontré el brillo que irradiaban tus ojos,
Superficial, al ras de mis sentidos, un recuerdo latente,
Un corazón en calma, un mar encerrado entre tus párpados,
El destino jugó sus cartas en la mesa de mi fortuna, y venció;
Un latido que permanecía vívido, una luz tangencial al horizonte,
Una norma sin dictar, un respiro en un corazón a la deriva…derivas.
1 comentario:
¿Quién no ha navegado en un mar de recuerdos? Y el destino a veces nos tiene reservadas muchas sorpresas. El mar de recuerdos a veces puede funcionar como un refugio.
Te mando saludos!
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