Sumergido en la profundidad del mar,
Dando vueltas entre el manglar de los sueños rotos,
Nadando con las sirenas que degustan a los marineros novatos,
Entregado a vagar por la inmensidad del océano de la nostalgia de un amor destrozado.
Entre la oscuridad de los ojos cerrados y la profundidad de la tristeza,
Los brazos se extienden tentando los contornos de los cuerpos que rozan el mío desnudo,
Es el miedo de abrir los ojos bajo el agua turbia de la inseguridad,
Es el roce de los cuerpos, es el gusto de meterse en aguas negras…una nueva aventura.
Como marino que se escapa de los brazos de las ninfas del mar,
Regresando a la superficie para vivir de nueva cuenta con los humanos,
Reviviendo a mi corazón congelado por el frío de la profundidad del mar,
Disfrutando de las mieles que solamente el amor nos puede dar,
Renunciando al océano y humedeciendo el cuerpo de sudor,
Entregándome sin miedo y con la frente en alto…enterrando los fantasmas del pasado.
Liberando mi cuerpo de aire contaminado por tus mentiras,
Emergiendo hacia la superficie, avistando luces y divisando nuevas fronteras,
Liberando mi cuerpo de las algas que me mantenían en la profundidad de tu yugo,
Emergiendo hacia nuevos horizontes, nuevas piernas, nuevos brazos…nuevo sexo.
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