jueves, 25 de octubre de 2007

La Cantina de los Remedios


Una tarde entre copas, una tarde de cantina…el frío del ambiente nos llevó a refugiarnos en la calidez de un sitio donde se calientan las conversaciones, donde abunda las verdades, y donde se funden las buenas amistades…el alcohol siempre ha sido el causante de que el hielo se rompa, de que exista la confianza entre dos personas que antes de sentarse frente a una botella no sabían como demostrarla…desinhibe, rompe barreras, abre la platica…no importa lo que tomes, importa que lo sepas tomar, hay que tenerle respeto al alcohol…hay que entregarse cuando te sientes perdido, lo único malo, es perder el sentido y no saber lo que dijiste…no supe detenerme, no supe tomar por el placer de tomar, tomé por el placer de emborracharme, de soltarme, ya me hacia falta llorar…no siempre existirá la razón dolorosa para que las lágrimas surjan…llorar a causa del alcohol, son las lágrimas más honestas que puedes derramar, aunque no recuerdes el motivo que te hizo llorar…el alcohol al ingerirse es dulce, pero al despertarse es de lo más amargo que puedas experimentar…emborrachémonos por el placer de derramar las lágrimas contenidas por el consciente y dejemos que el subconsciente se apodere de la plática.

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