Volví a nacer, hace un par de días tuve un percance, la mayor estupidez en mi vida, mezcle el alcohol con el volante, una noche de diversión y juerga se convirtió en la peor de mis noches…una vuelta inesperada, un volantazo sin medir los riesgos, sin tomar las debidas precauciones, total, que cuando uno anda tomado se siente Dios, y lo reta, te sientes indestructible y lo peor del caso te lo crees…grava suelta sobre el pavimento, a más de 100 Km./h, mi vehículo patino, iba de frente hacia el matorral y vayan ustedes a saber que más había escondido entre tanta maleza, los pocos reflejos cuerdos, sobrios, me impulsaron a agarrar fuertemente el volante y meter el freno de manos y frenar con todas mis fuerzas el pedal del freno, por suerte tengo la costumbre de manejar con el cinturón de seguridad…al aplicar el freno de manos, el carro comenzó a enderezarse, nunca se detuvo por sus propios medios, una piedra comenzó el proceso, un poste incrustado entre la maleza hizo el resto, y muy al estilo Rápido y Furioso, el carro se detuvo entre los postes de un señalamiento y un muro de acometida eléctrica que controla el alumbrado público de la avenida costera, para mi fortuna, o gracia divina, vaya usted a saber la razón verdadera, el automóvil quedó perfectamente estacionado paralelo a la carretera, y sin tocar alguno de los elementos antes mencionados que están separados por un muy pequeño espacio…¿Cómo diablos metí el carro tan perfectamente entre ellos? Sólo mi perra suerte lo sabe…no vi la gravedad del asunto sino hasta el día siguiente que pasé por el lugar, total que los criminales siempre regresan al lugar de los hechos, y sobrio, se agudizó el pánico personal en el cual he estado viviendo estos últimos días, una maniobra perfecta de stunt, un golpe de suerte, tan sólo se me hinchó el dedo índice de la mano izquierda…estoy vivo, nada golpeado…mi vehículo sufrió más, se me rompió la aguja de la guía, el motor se cayó pero permanecía en muy buen estado…los policías y la ambulancia que llegó a mi socorro se portaron muy bien conmigo, el impacto sucumbió el efecto etílico…hoy he vuelto a pasar por el lugar, “qué perra suerte tienes cabrón”, me han dicho los que lo saben…por eso empecé diciendo, volví a nacer, no he probado una gota de licor desde entonces, ni siquiera se me antoja, estoy demasiado espantado, por más que analizo el lugar de los hechos, por más que me quiero explicar como sucedieron los sucesos, por eso y por muchas otras cosas, le agradezco a los tejedores de mi destino por no tenerme en la lista de espera para abandonar este mundo…no era mi momento, al contrario, he vuelto a nacer.
Eugenia León - La Llorona (Cortometraje: Hasta los Huesos)
1 comentario:
me gusto mucho este vid j.c fijate que tenia como una parte graciosa y ala vez triste. se me hace un poco parecido el trabajo de tim burton
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