El Llanto de un Corazón Destrozado

Ábreme el pecho y arráncame el corazón,
Es tuyo, aunque no lo sepas,
Aunque no lo hayas pedido,
Eres la desafortunada ganadora
De un corazón perdido,
De un corazón dañado.

Deja escapar a mi alma,
Inocente del engaño de un corazón defraudado,
Lávala con las lágrimas de mis ojos hinchados,
Exprímele la sangre que brota de un corazón lastimado,
De un corazón cancelado,
De un corazón que ya no late.

Anda mujer, desgárrame el pecho,
Que debajo ya no queda nada,
Sólo añicos de un corazón partido,
Descóseme los hilos que amarran la herida,
Que ya no queda más sangre para que sea derramada.

Anda mujer, busca a la causante del estrago,
A la cruel asesina de mi corazón novato,
Dile que me ha hecho daño,
Que sus palabras lo lastimaron,
Y sus acciones lo mataron.

Bríndale el calor necesario,
Aunque trabajes en vano,
Enciéndele el espíritu de esperanza,
O aléjate si no piensas sanarlo,
Si no piensas pasar noches en vela secando su llanto,
Aléjate si no piensas cuidar su agonía en vela,
Si no piensas en resucitar a un santo,
Abriga en tu pecho a mi corazón hecho mierda,
Dale el calor necesario,
Aunque su recuperación tarde tanto.