lunes, 26 de septiembre de 2011

Compartimento asegurado

Antes de dar el primer paso, 
favor de comprobar 
que el compartimento se encuentra asegurado. 
No queremos corazones en fuga, no Señor.


Reduzca el espacio que hay entre Ud y la dama en cuestión. 
Recuerde que debajo de su asiento 
se encuentra su salvavidas. Su intuición.


Incline su soledad, a tal grado que se llene, 
por completo, de su presencia. 
De ella, pues. 
No olvide ajustar su visión, el flechazo llega con rapidez.


Estamos a punto de comenzar 
las maniobras preventivas. 
Nunca es demasiado tarde para hacer simulacros, 
salvo cuando ha colisionado su marcapasos.


Nuestras sobrecargos están ahí para guiarlos 
por entre las nubes de la perdición. 
Formas tentadoras que corrompen, 
hasta al vuelo más perfecto del corazón.


Este es un vuelo de no dejar de vivir. 
Queda determinantemente prohibido soñar en los sanitarios. 
A la persona que se le sorprenda volando bajo, 
será consignada a la soledad del alma.


Les agradecemos su preferencia. 
Favor de dejar de hacerse pendejos. 
Enamorarse, es como volar. 
Cada vuelo es un riesgo completamente nuevo.


Estamos a punto de despegar. 
Favor de apagar su desconfianza 
y todas sus penas con antenas. 
Abróchese de la mente y haga un nudo a sus entrañas.


Les habla su Capitán: "hagan caso a sus latidos".

2 comentarios:

Gabriel Cruz dijo...

Auuuu, que bonito Metrópolis, en efecto el enamorarse es como volar y hay que aventurarse a ello sin temer caerse, lo cual es una posibilidad, pero no por ello hay que impedirse vivir una grandiosa experiencia, y al final si las cosas no salen tan bien, nuestro espíritu es tan grande que puede renacer fortalecido y volver a amar con intensidad :)
¡¡Saludos!! :D

Karol Arcique dijo...

Realmente me gusto, sobre todo ese verso "Este es un vuelo de no dejar de vivir".Saludos.