jueves, 4 de noviembre de 2010

Semana Mortuoria 2010 - There´s Some Burials into My Life (Crónicas de un Pájaro sin Ataúd)


Una llamada es más que suficiente para que tu acelerada vida se detenga de golpe, y es de esas llamadas en las que se te avisa que alguien cercano a ti, ha fallecido. Todos tus problemas pasan a segundo término, tus planes se dejan en la carpeta de "Stand by", y en tu cabeza solamente recorre una pregunta: ¿Porqué? Enfermedad o accidente. Solamente son dos las opciones. El asesinato es la opción que nadie quiere escuchar.

Y ahí estás, con la sensación gélida que te recorre el cuerpo, con los flashbacks de todo lo poco o lo mucho que compartiste con ese ser humano que acaba de partir. Y es que todos sabemos que la función se acaba, pero ninguno está preparado para presenciar los créditos de alguien a quien quieres, a quien respetas o a quien amas. Aceptar la muerte es algo tan difícil, que cuando sucede, resulta tan fácil querer salir huyendo de ese sentimiento.

En Oaxaca, es tan peculiar este suceso, y todo comienza con la velación del cuerpo. En la cual, el difunto es recostado en su colchón y rodeado por flores de la ocasión y las respectivas velas. Afuera del cuarto, la separación de géneros se hace notoria, las mujeres rezando y algunas llorando. Otras, atendiendo a los hombres que se encuentran en otro espacio del hogar. Al llegar, el hombre se dirige hacia el "Mayordomo" o al encargado de recoger las limosnas (por no llamarle, la cooperación) que uno como su relación con el difunto o con el familiar en duelo, haya sido. Posteriormente, te sientas alrededor de todos los caballeros que han hecho presencia al rito. Los familiares del occiso, se encargan de atender a los que han llegado a darles el pésame, con bocadillos, cigarros, café e incluso licor, en este caso en particular, mezcal.

Y así, se pasan en vela la noche, platicando, llorando, dando ánimos a los dolidos. Más sin embargo, lo más deprimente, viene al amanecer. Con la presencia musical, si mi querido lector, música. Entonando sones instrumentales de lo más tristes y sombrios retumbando en las paredes del hogar del difunto. Sientes que el cuerpo se te hiela, imaginate, a ti, a una persona ajena al difunto, o ya en su caso, imagínense a los familiares directos, que se pasaron la noche en vela agarrando fuerzas de la nada, sienten cómo sus piernas se doblan y su semblante se desvanece en la más gris y oscura tristeza. Sumidos en dicha sonoridad, los familiares van por las calles del pueblo, con el ataúd en brazos o en algún vehículo, paso a paso, hasta la iglesia y de ahí al cementerio. Es algo que he vivido en una ocasión, y no fue de un familiar cercano, y aún así me sentí estremecer. No estuve en el entierro de mi abuela paterna, Na Ignacia partió sin yo estar presente para despedirme. Y hace poco menos de un año, partió uno de mis primos.

En Sinaloa, jamás he estado presente para un entierro, cercanos a mi, han partido dos personas a las que quise mucho en vida, mi señora abuela materna Mamá Chuy y mi primo, un tipazo, Luis Mariano. Son entierros como en todos lados, con la diferencia que me contó mi madre, de la presencia de la Banda. Cantando las canciones que a mis difuntos les gustaba en vida. Un harakiri emocional de a mil. De la misma manera, no pude estar presente en los mismos, debido a la distancia a la que me encuentro y que me separan de mis familias, tanto paterna como materna.

Han sido pocas las ocasiones en las que he estado en velorios. En Campeche, he ido a 3, en mi sano juicio. No recuerdo si de niño fui a uno. En esos, no cuenta porque no estas conectado emocionalmente con el suceso. Uno fue la muerte del papá de mi mejor amigo Mauricio, durante el cual estuve el mayor tiempo posible a lado de él y de sus hermanos y su madre que me ha adoptado casi como si fuese suyo, como mi madre lo ha hecho con él. El segundo, fue de una maravillosa amiga, hermanita de una amiga de la preparatoria, justo un día antes de mi cumpleaños. Fue tan inesperado, pues durante la licenciatura nos perdimos un poco la pista, y de repente, me entero que su vida se ha ido desgastando poco a poco, y todos los recuerdos con ella, se fueron reviviendo y terminó por dolerme más de lo que hubiese pensado. La tercera persona, mi padrino Benancio, un gran hombre que durante mi niñez y junto a su esposa, me brindaron momentos mágicos y llenos de cariño, de esos padrinos que se comprometen con uno y no con los padres. Con él y mi amiga, han sido las únicas personas a las que he acompañado hasta el momento de su sepultura.

Soy un hombre duro, al respecto de la muerte, y estoy seguro que solamente por 4 personas me rompería el alma estar presente en su momento de muerte, solamente 4 personas me romperían el corazón ver su partida: Mis Padres y mis Hermanos. Sé que también mis mejores amigos, pero también sé que no hay vida que duela más ver partir que aquella con la que has convivido TODA tu vida, y esas son exclusivamente tu familia más directa. Así como tu esposa y tus hijos, pero por el momento, esas personas aún no forman parte de mi vida.

Si yo me les adelanto...parte de lo que quiero, lo escribí el año pasado...y lo que no quiero, vendrá a continuación...

1 comentario:

The Nurse dijo...

El tema de la muerte siempre es algo dificil de aceptar, al menos en mi caso, solo eh vivido 2 muertes cercanas, y ambas me dejaron tanto dolor y trauma que aun estan muy vividas en mi ser, a pesar de los muchos años que transcurrieron ya, sin embargo, me rijo por la ideologia de la aceptacion, al no haber opcion ninguna, pero siempre vivo temerosa de enfrentar el hecho nuevamente, me resisto a pensar en ello.
En tu caso esas 4 personas que son tu familia es verdad seria muy dificil enfrentar su partida, asi lo creo, pero cuando seas padre, cambiaras de idea, lo mas, casi casi imposible de aceptar es la partida de un hijo, eso si te hace morir mil veces en vida, yo ruego siempre y suplico a la muerte que no me presente ese caso nunca.
Pero bueno, pasemos a algo menos dificil, jeje recuerdo bien tus peticiones para tu velorio, jajaja aparte de que me matas de la risa con tu foto de ese blog jajaja mas bien pareces estar mega borracho que muerto jajajaja; pero por lo pronto ya tengo listos 6 I'pods de 32g para meter tu musica, haber si alcanzan sino pues ahi que se caigan con mas, digo, si no me muero yo antes, en cuyo caso dejare bien estipulado tu nombre en ellos y con un albacea encargado de cumplir el cometido cuando llegue el momento jajajaja
Aunque pensandolo bien, si realmente la muerte es mujer,cuando vaya por ti creo que acabara enamorada,dolorida y mejor se marchara con un bello recuerdo dejandote vivir para seguir siendo Juguete del Diablo!!!
;)