martes, 23 de junio de 2009

Eclipse (Venus y Marte)

Eran sólo un par de astros en el firmamento que se reflejaba en el mar, el agua serena y cristalina mojaba los dos cuerpos que yacían en la bajamar, revueltos con la arena, alienados del mundo, entregados a sí mismos, un cuerpo era del otro y viceversa. El fulgor de la luna y la chispa de las estrellas moribundas que descendían para bañar el aura de amor que irradiaban en la oscuridad de aquél rincón del mundo exento de desilusión, iluminaban las siluetas de aquellas almas encendidas por la pasión. Un escaparate del mundo cotidiano, una muestra de un sentimiento moribundo en un mundo donde las expresiones del amor son censuradas o bien, ocultadas. Dos cuerpos encontrados, fundidos en secreto, la dulzura del encuentro edulcora el ambiente en donde se desarrolla el encuentro. Una lucha a muerte, diminuta, la más pequeña y maravillosa defunción del cuerpo humano, una muerte chiquita en brazos del amor. El paisaje se distorsiona en sus memorias; el mar apacible, la luna nueva, la blanca arena, y el cielo estrellado son los espectadores, los admiradores de aquella escena irrepetible, una instantánea que durará toda la vida en la piel arenosa de un par de amantes. Nada en su exterior existe y es palpable, no hay mundo durante el encuentro de dos astros, Marte y Venus han colisionado y una explosión de asteroides y ráfagas de polvo estelar inunda el cielo. Esta noche es noche de fuegos naturales en el cielo. La brisa fresca de una noche de verano, acaricia recelosa la piel fusionada de dos cuerpos que se confunden en la inmensidad del orbe terrestre, una bahía escondida entre los cabos de un par de piernas que desembocan al mar y se pierden en la inmensidad del océano. Dos cuerpos, dos; miradas perdidas al firmamento sin apreciar y ser apreciadas; es la danza que se desarrolla bajo la luna, que rinde alabanza a la naturaleza y se exhibe en la intimidad de una playa desierta, la única virgen en el panorama. El silencio es imposible, más nunca entendible, las palabras son ininteligibles, solamente los sentimientos son comprensibles durante la aproximación del espasmo. Un grito ahogado en el oleaje desencadenado por el eclipse de Venus sobre Marte, y viceversa.

1 comentario:

Dendrita dijo...

La conjunción de dos cuerpos que se combinan, se complementan, interactúan y finalmente, se vuelven uno solo. Este post me gustó mucho; sin duda es uno de mis favoritos.
Muchos saludos y un abrazo!!!