sábado, 14 de marzo de 2009

5ta Parte: Infierno

Respiró profundamente una bocanada de aire puro proveniente de la ventana abierta del local, debido a que aún temblaba de frío decidió ponerse su chamarra de cuero negro, encendió un cigarrillo debajo del umbral de la ventana mientras vislumbraba el exterior oscuro y poco iluminado por los faroles antiguos del alumbrado público. Era un mar de gente que iba y venia sin titubear de un lado hacia el otro de la calle, todos y cada uno de ellos en su propio mundo, algunos platicando entre ellos, otros simplemente divagando mientras caminaban esquivando personas en la acera. De repente, cayó; hundiose en una bruma espesa de azufre, el frío que antes lo atormentaba se fue evaporando en una nube sucia proveniente de arriba, abajo, izquierda y derecha, por todos lados aparecía y se apoderaba de su cuerpo. La música de su reproductor sonaba muy distante en ese preciso momento, la nicotina y la cafeína en su organismo parecían hervir dentro de él; su visión se ampliaba enfocando múltiples imágenes simultáneas que denotaban verdades y mentiras, misterios y cenizas. La bruma se disipó, dejando a descubierto la exuberancia de dolor de múltiples almas que deambulaban sin dirección fija, sintió perder las fuerzas recién recobradas en el glaciar, divisó a lo lejos entes extraños que golpeaban, insultaban y castigaban impunemente a cada espectro que deambulaba cerca de ellos. Sintió por completo sus fuerzas desvanecer, el olor a azufre era insoportable, sus venas se abrían impulsadas por fuerzas sobrenaturales que le suministraban una sobredosis de lujuria (violándose a sí mismo con su lengua bípeda), de gula (devorando sus entrañas y las pocas bondades que aún habitaban en él), de avaricia (atesorando su carne por encima de su alma), de pereza (sintiendo el desgano por recobrar su propia existencia), de ira (contra su propia persona, amando sus defectos y exprimiendo sus cualidades con sus propias manos), de envidia (cosiéndose sus propios ojos después de regodearse por su propia caída en desgracia) y de soberbia (sobrevalorando el Yo subvalorizando al Dios y entregándose a la perdición de su propia alma). Poseído por sus 7 rostros oscuros, deambuló sometiendo su cuerpo a mutilaciones, violaciones e incestuosos actos carnales (siendo su propio ser la prostituta de la cual todos aquellos falos endemoniados satisfacían sus máximos placeres carnales contenidos en su vida terrenal). Su alma transparente poseyó con duras dificultades a su propio cuerpo, dirigiéndolo hacía “La Porte de l'Enfer”, para recobrar su deteriorada libertad. Una luz de neón pasó por delante de él, regresándolo a la realidad, miró de soslayo su cajetilla en el suelo, y de frente a él, su mesera cuestionándolo sobre su estado físico y mental.

Se incorporó dificultosamente, sentándose sobre la silla de manera que recién le habían reacomodado sobre sus cuatro patas, encendió un nuevo cigarrillo y ordenó un nuevo café, su vida se le iba por entre las manos y él no quería marcharse. Sudor frío le recorría por toda la piel, el humo de su cigarrillo salía expulsado de sus pulmones y un sorbo de café se introducía en su organismo por enésima ocasión. Puso play a su reproductor.

What is this that stands before me?
Figure in black which points at me
Turn around quick, and start to run
Find out I'm the chosen one
Oh nooo!

1 comentario:

Valeska dijo...

hasta ahora es la que mas me a gustado!
buen viaje!