martes, 19 de febrero de 2008

Buenas Noches, Soledad

Este silencio es tan agobiante, y no me refiero al silencio total, pues afuera hay perros que ladran, vehículos acelerando, ruidos extraños que no reconozco su procedencia, en fin, no es un silencio absoluto, es el silencio en mi vida, es la ausencia de vida en donde antes existía, es el decirle “Buenas Noches” a la oscuridad, es el seguir amaneciendo en silencio, es el seguir durmiendo sin dormir, sin descansar, sin abrazar…ya hace un considerable lapso de tiempo el que ha pasado desde que decidí darle vuelta a mi vida y trazarla de nuevo, renuncie a la alegría convertida en costumbre, quise probar algo nuevo, pero, ¿Qué hay de bueno en una vida vacía?, no es tan vacía dirían los que me conocen y han seguido mi vida aquí desde que llegué hace ya casi un año, el primero de marzo para ser más exactos, me va muy bien en la escuela, eso no puedo negarlo, pero, algo falta, no es posible que siendo como era antes de llegar aquí, se me dificulte el querer iniciar una verdadera nueva vida, echar raíces…aferrarme a la idea de sólo estar aquí de manera fugaz no me está llevando a nada, no he roto los vínculos que me unen a mi cuna, los demonios no me dejan de atormentar, pero más atormenta su recuerdo, su presencia, el dolor, el amor, el placer…me siento vacío sin ella, no he podido sacarla de su lugar, de borrarla de mi mente, mi corazón se niega a dejar de latir en su nombre, en mis sueños aún aparece, en mis pensamientos me acompaña en el camión, ni la música mas extrema me elimina el sentimiento que me atormenta…aún me enredo en sus cabellos debajo de la colcha, aún mi cama traspira su olor…me niego a olvidarla, pero también me niego a buscarla como lo hacía antes, ella se fue, y yo me quedé…la luz del baño ilumina la nostalgia, el espejo aún cautiva su imagen entre sus partículas, el agua aún recorre por su anatomía, su silueta aún se presenta en la reja de la cochera…otra noche, buscaré su estrella, la que acostumbrábamos a ver juntos, le pediré que te cuide, aunque estés volteando hacía otra estrella, aunque te busque en la constelación equivocada, ya la luna no brilla a través de la ventana, su brillo ahora baña otra habitación donde no se encuentra mi alma, tan sólo mi corazón.

No hay comentarios.: