lunes, 17 de septiembre de 2007

La Sequedad de tu Ausencia


Mis labios resecos piden a gritos su humedad,
Piden que esos labios que hace mucho no me besan
Me sorprendan en la intimidad de mis sueños
Y despierten la lujuria que provoca extrañarlos.

Mi piel reseca clama por el sudor que provoca el deseo,
Que la humedezca el roce de nuestros cuerpos
Que en la oscuridad se llegarán a amar,
Y que debajo de las sabanas se entregarán.

Mis manos añoran el contacto con su piel,
Extraña sensación de quien hace mucho
No entra en contacto con la piel de su amada,
Y quieren explorar cada parte sensible al tacto.

Otra noche sólo
Otra noche en celibato
Otra noche de deseo frustrado
Otra noche más que añoro tu cuerpo.

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