viernes, 15 de junio de 2007

Una noche en Acapulco

Cierro los ojos, y en mi mente sólo recuerdos de una desnudez parcial, no recuerdo su nombre mas si su aroma, ese perfume no puedo quitármelo de la cabeza, una noche de alcohol, y un bodyshot a mi cuenta, el olor proviene de sus senos, justo donde coloca el vaso y vierte el rico néctar que preparó, arrodillado a sus pies, se inclina y me deja sus senos frente a mi rostro, el líquido se mueve pero el “caballito” permanece entre su voluptuosa forma, casi estático, casi tatuado en ella, mi boca requiere el placer de lo pagado, pero el olfato se llevó el mejor recuerdo, no puedo quitarme de la mente ese recuerdo, ese olor…

Mañana de resaca, ¿qué pasó?